ESAO ANDREWS.
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El sábado comentamos cómo cada tanto algunas de las improvisaciones, cuando llegan a ese limbo que hemos dado en denominar "la abstracción", adquieren también un cierto componente poético que resulta muy interesante de observar desde afuera y que debiéramos explorar un poco más porque nos permitiría llegar a lógicas nuevas y contundentes que no están relacionadas con el realismo, si no con la posibilidad de desarrollar personajes y acciones en universos creados desde el juego.
La pintura, la imagen, siempre es una puerta de acceso a ese tipo de trabajo. Elegir una obra, un cuadro, un pintor. Ahondar en lo que me genera, tratar de traducirlo, de ponerle un nombre, de bajarlo al cuerpo, de que eso se convierta en un tema, una estética.
Las posibilidades son infinitas.
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